Cine

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Peio Aguirre, comisario y crítico de arte

En 1963 funda en Irún de la productora Frontera Films junto a Fernando Larruquert. Ambos presentan un guion para su primera colaboración: Operación H (1963), un encargo para X Films, una productora cinematográfica de Madrid.

Cuenta Oteiza que X Films fue creada por el empresario y mecenas Juan Huarte para el desarrollo de sus proyectos cinematográficos aunque, a la postre, otros artistas vascos acabaron produciendo sus proyectos fílmicos (el propio Basterretxea, Rafael Ruiz Balerdi y José Antonio Sistiaga).

Operación H es un spot publicitario y experimental sobre las industrias del Grupo Huarte en Navarra y otras regiones de España. Con un lenguaje abstracto alegoriza el “desarrollismo” sublimando los mundos de la industria, el diseño y la arquitectura. En los créditos Basterretxea aparece como director y Larruquert como ayudante de dirección.

En sus próximos tres proyectos firman conjuntamente. Para Frontera Films, Basterretxea rehabilita su casa-taller convirtiéndola en sede de la productora y plató fotográfico. Con el cortometraje Pelotari (1965) sobre el juego de la pelota vasca sus autores obtienen un merecido reconocimiento, planteándose la posibilidad de realizar una película más ambiciosa que evoque la profunda personalidad del pueblo vasco.

Poco después realizan Alquézar (1966), un cortometraje de gran misticismo rodado durante la Semana Santa en un pequeño pueblo del alto Aragón. Estas dos obras comparten una gravedad narrativa no exenta de juegos poéticos e irónicos. Estos cortometrajes pueden verse como prólogos del largometraje Ama Lur [Madre tierra] (1965-1968), auténtica obra fundacional del cine vasco. Ama Lur se financió a partir de la aportación popular de la sociedad vasca, una incipiente forma de crowdfunding. La película supone un canto a las esencias de la cultura vasca en la fase terminal de la dictadura. El largometraje introduce contenido proveniente de la historia, el folclore, la antropología y la Prehistoria, siguiendo la idea de Oteiza de que el “Renacimiento Vasco se remonta al Paleolítico”. El texto de la película denota la capacidad fabuladora y fantasiosa de Basterretxea. Estrenada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián de 1968, supone la última colaboración entre Basterretxea y Larruquert. Sin embargo Basterretxea no renuncia al cine y su siguiente proyecto, Teodosio, está ambientada en el medievo vasco.

Más tarde vienen otros proyectos no filmados, guiones, etc. A pesar de las dificultades para producir dentro de la industria, sigue usando la cámara Super 8. Años antes había filmado en Super 8 Jueves por la tarde, una animación a partir de los talleres de expresión plástica para niños que tenían lugar los jueves en su estudio de Irun. Su última incursión en el audiovisual fue Hombres de maíz (1988-1990), un encargo de la televisión vasca para realizar en vídeo una serie de ocho capítulos sobre las culturas prehispánicas de América del Sur.

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Los cortometrajes 'Pelotari' (1965) y 'Alquézar. Retablo de pasión' (1966) pueden verse como prólogos del largometraje 'Ama Lur' (1965-1968), auténtica obra fundacional del cine vasco.