Actividad institucional

Actividad institucional

Peio Aguirre, comisario y crítico de arte

A partir de la Escuela Vasca en 1966, la vanguardia vasca adquiere un papel vertebrador en una modernidad singular que pasa por la configuración de un nuevo imaginario estético.

Desde entonces, Basterretxea hace uso de sus herramientas de diseño para dar forma a lo social. La escultura pública resulta fundamental en esta implicación en la sociedad. También lo son el diseño de anagramas y carteles. El lenguaje de la abstracción sirve a esta función social.

Durante la Transición un nuevo periodo se abre para la intervención cultural en el País Vasco. Durante estos años de apertura política y económica, Basterretxea jugó un papel importante en el fomento de una nueva institucionalidad cultural. En 1979 presenta con Oteiza un proyecto de arquitectura radical para un centro cultural en la Fundación Sabino Arana de Bilbao, otro proyecto no realizado. La misma suerte corrió en 1980 el proyecto de Ikastola para Tolosa con el arquitecto Armando Roca. Estos proyectos truncados guardan intacto todo su potencial estético.

Entre 1980 y 1983 ejerció labores de asesor del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco y fue promotor de la idea de un Centro de Arte Contemporáneo del País Vasco. Viajó por distintos países europeos con un equipo multidisciplinar creado por él junto al arquitecto bilbaíno Rufino Basañez y el músico José Luis Isasa. El objetivo de estos viajes era recabar información sobre arquitecturas multifuncionales que sirviesen como modelos para la construcción de un gran centro cultural vasco. Se barajaron varias localizaciones, la Alhóndiga en Bilbao o el palacio Urdanibia, en Irun.

De su rol como asesor de cultura es también el premio de artes plásticas Gure Artea, creado en 1982. Diseña varios carteles y lemas como “Sí al Estatuto” de Gernika, o el logotipo Bai euskarari a favor del euskera, uno de sus emblemas más conocidos. Otra icono es Izaro, logotipo y símbolo del Parlamento Vasco saliente de la escultura que preside el Parlamento en Vitoria-Gasteiz desde 1983. No menos relevante es la Paloma de la paz (1988) en San Sebastián, todo un símbolo de la paz y la reconciliación. Su compromiso social y político le llevan a involucrarse en multitud de iniciativas asociativas y sin ánimo de lucro, siempre en calidad de artista.

Actividad institucional

Durante los años de apertura política y económica, Basterretxea jugó un papel importante en el fomento de una nueva institucionalidad cultural.